EUROPA
PRESS
23 julio
2018
#SaludSinBulos: combatir la información falsa que llega por
las redes sociales
La salud copa la mayoría de bulos en
Internet, según alerta un informe de la Asociación de Internautas sobre bulos y
fraudes en la Red. Por ello surge #SaludSinBulos, una
iniciativa de la Asociación de Investigadores en Salud (AIES) puesta en marcha
para combatir esos bulos y contribuir a que exista información veraz y
contrastada sobre salud en la red.
En una entrevista con Infosalus,
Ricardo Mariscal, responsable de relaciones institucionales de 'Salud sin
bulos', explica que muchos bulos tienen que ver con la alimentación y la
nutrición de las personas, e indica que generalmente se distribuyen por Facebook y por WhatsApp. Dentro
de estos bulos, priman los mensajes falsos sobre alertas sanitarias, y sobre
las propiedades falsas de dietas o alimentos milagro.
También se encontrarían aquellos que atribuyen propiedades a
alimentos que no las tienen, ni se han comprobado científicamente. Mariscal
recuerda cómo hace pocos años surgió una polémica en un programa de televisión
porque se había dicho que oler limón prevenía el cáncer, una afirmación que se
basaba en un estudio sin solvencia científica.
A su vez, subraya que hace menos de un mes surgió un mensaje
que promovía las propiedades del agua con clorofila a la hora de adelgazar, de
mejorar la anemia en los niños, o de prevenir el cáncer. "Tras
consultarlo, la única propiedad científica que se le puede atribuir es el
calmar la sed. Atribuir propiedades a alimentos que no tienen es muy
común", lamenta el especialista en comunicación.
Dentro de los bulos vertidos sobre alimentación destaca
también que es muy habitual encontrar mensajes con algo de verdad, pero
distorsionados. Por ejemplo, señala que rondaba una cadena de mensajes falsos
sobre una partida de fresas de Marruecos que habían detectado que tenía virus
hepatitis A.
"Está basado en una noticia de 2014 que se detectó en
una única partida de fresas congeladas que lo tenía. Se detectó y se eliminó
entonces y, a pesar de ello, desde entonces se repite el bulo", afirma
Mariscal, a la vez que precisa que muchos de los bulos de salud también son
estaciónales y vuelven en diferentes épocas del año.
Pero, ¿qué gana una persona difundiendo un bulo de salud por
Internet y las redes sociales? A juicio de Mariscal, identificar las causas es
"complicado" y el origen de estos mensajes suele ser difícil de
detectar. "Lo que sí que está claro es que algunos buscan dañar productos
de la competencia. Otros buscan sembrar el caos, que cunda el pánico; y en
otros el objetivo es búsqueda de protagonismo por falsos médicos o
nutricionistas que buscan notoriedad", señala.
Desde la plataforma también señalan que las lagunas
legislativas propician este tipo de cadenas falsas por lo que los usuarios
deben estar alerta cuando naveguen por la Red, cuya capacidad para propagar una
noticia es aprovechada enormemente en estos casos.
"Algunos de estos rumores responden a personas que
buscan protagonismo a toda costa, otros a quienes pretenden obtener beneficios
económicos al fomentar el miedo o al dañar la reputación de sus competidores o
que se basan en el spam; y no faltan los conspiranoicos,
grupos a menudo ligados a pseudociencias y a
despachos de abogados, que sostienen que la industria farmacéutica y los
gobiernos conspiran para enriquecerse", señalan.
Para todo esto, reitera Mariscal, se creó la iniciativa #SaludSinBulos, presentada en unas jornadas organizaciones
por el Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de
Madrid (CODINMA), que consiste en una plataforma web
donde se han reunido a periodistas, pacientes, y profesionales de la salud,
donde se pueden desmontarlos de forma razonada y científica los mensajes falsos
o bulos sobre salud. A ella se han adherido numerosas sociedades científicas.